jueves, 1 de febrero de 2007

A Scanner Darkly



La obra del escritor Philip K. Dick ha merecido diversas adaptaciones cinematográficas, algunas más meritorias que otras, como Blade Runner (Ridley Scott, 1982) o Desafío Total (Paul Verhoeven, 1999). El proyecto de adaptación de A Scanner
Darkly, o como fue traducida en nuestro país, Una Mirada en la Oscuridad, pasó de las manos de Charlie Kaufman a las de
Terry Gilliam en la década de los noventa, y acabó finalmente en las de Richard Linklater, con el apoyo de los co-productores Steven Soderbergh y George Clooney.
A Scanner Darklyes una película atractiva, pero arriesgada, que en América tuvo una recaudación bastante modesta, y cuyo estreno ha sido esperado en Europa con impaciencia. Visualmente, la define el hecho de optar por una peculiar técnica, la rotoscopia, que Linklater inauguró con Waking Life (2001), film de culto de la animación digital independiente, y que consiste en filmar primero de manera tradicional, para luego reconvertir fotograma por fotograma mediante un proceso digital (a través de un software diseñado ad hocpor Bob Sabiston), que permite la interpolación automática de movimientos así como la participación en el proceso de varios artistas gráficos, que en este caso, acercan a los personajes a la estética del cómic. Rodada en Austin, la ciudad tejana donde reside el director, los rasgos de Keanu Reaves, Robert Downey, Woody Harrelson y Winona Ryder persisten bajo un tratamiento expresivo de la imagen, que perfila las formas y colorea con pinceladas cambiantes su contenido. Es discutible si en este film tal técnica resulta la más acertada, no obstante hay que reconocer que sus posibilidades enriquecen un relato fascinante.
California, año 2013. En América, las drogas de diseño causan estragos y provocan graves crisis en la población. El agente Bob Arctor, especialista en misiones de infiltración y consumidor de una peligrosa sustancia adictiva, recibe el encargo de espiar a un traficante, que es él mismo, o bien su personalidad desdoblada. Perseguidor y perseguido a la vez, Arctor desciende a los infiernos de la esquizofrenia y de las alucinaciones, lo que nos retrotrae a la brillante adaptación de David Cronenberg de El Almuerzo Desnudo de William Burroughs. Como en este caso, se trata de una obra autobiográfica, inspirada en la experimentación con el LSD y la adicción a las anfetaminas de Philip K. Dick durante los años sesenta.
Waking Lifecuestionaba la naturaleza de la vida a través de un periplo por el mundo de los sueños; A Scanner Darkly, thriller nihilista, resulta mucho más oscura, aunque posee una estructura narrativa convencional.
Linklater da entidad visual a la complejidad de un universo profético acerca de las consecuencias de las drogas en nuestra cultura, que adquieren en este híbrido explosivo de animación e imagen real resonancias contemporáneas: la conciencia es el último misterio.

No hay comentarios: